Brendon, háblenos de su trayectoria profesional y personal y de por qué le apasionan las tecnologías de biocontrol.
Crecí en un pequeño pueblo de la costa sur de KwaZulu Natal, en Sudáfrica. Siempre he sido una persona muy al aire libre, con un enorme respeto y amor por la naturaleza. Mi abuelo era agricultor de caña de azúcar y mi padre era ingeniero mecánico. Creo que he llegado a un punto intermedio, con un amor por la agricultura y por la innovación y la resolución de problemas.
Cuando dejé la escuela y fui a la universidad en 1994, mi objetivo era obtener una licenciatura que me permitiera trabajar en el campo de la conservación. Durante mi segundo año de estudios, cursé Microbiología como asignatura adicional, y fue aquí donde aprendí por primera vez sobre el control biológico. El departamento de la Universidad tenía en marcha un gran proyecto del Fondo de Innovación (a partir del cual se formó Andermatt PHP) y acabé haciendo mi licenciatura, mi máster y mi doctorado sobre el hongo del control biológico. Trichoderma (en el proceso de contribuir al desarrollo de T-Gro / Eco-T en Andermatt PHP).
He tenido la suerte de trabajar en este campo desde entonces. Me encanta el hecho de que lo que hacemos a diario puede repercutir tanto en la seguridad alimentaria como en la inocuidad de los alimentos y, al mismo tiempo, contribuir a un medio ambiente más saludable. También disfruto de los retos que supone trabajar en un campo que requiere una constante innovación y resolución de problemas, lo que significa que nunca hay dos días iguales.
¿Ha observado cambios globales en la agricultura y la industria del biocontrol desde que empezó a trabajar en este sector?
Empecé a tener contacto comercial con esta industria alrededor del año 2000. En aquella época, en Sudáfrica, éramos de los primeros en hablar de temas como el biocontrol y la salud del suelo con los agricultores comerciales, y ellos se mostraban muy escépticos. Hoy en día, los consumidores son mucho más conscientes de cómo se producen sus alimentos y la presión de los consumidores ha dado lugar, entre otras cosas, a la reducción de los LMR, la prohibición de una serie de plaguicidas sintéticos y una creciente demanda de productos orgánicos. Todo ello ha hecho que los agricultores sean cada vez más conscientes de la importancia de las soluciones de control biológico. Como resultado, la incorporación de productos de biocontrol en los programas de GIP o ecológicos se considera esencial en muchos cultivos hoy en día y los agricultores están mucho más interesados en conocer cualquier solución nueva.
Desgraciadamente, este mayor interés y demanda ha dado lugar a un gran número de empresas oportunistas que han entrado en el mercado a lo largo de los años, ya que la gente se apresura a aprovechar la oportunidad. Sin embargo, esta situación parece mostrar signos de estabilización a medida que el mercado madura, los compradores se vuelven más exigentes y los organismos reguladores endurecen la normativa, dificultando la entrada en el mercado de las "moscas cojoneras".
¿Cuál es su mayor objetivo profesional y cómo puede conseguirlo en su puesto de director de cartera de productos en Andermatt?
Simplemente me gustaría poder hacer una contribución positiva al mundo y ayudar a liderar los cambios positivos en la forma de producir nuestros alimentos. A través de mi nuevo puesto en Andermatt espero poder desempeñar un papel de liderazgo en el desarrollo de una sólida cartera de soluciones que sean relevantes para las necesidades de nuestros clientes, contribuyendo así al éxito del Grupo Andermatt en su conjunto. Cuanto más exitoso sea el Grupo Andermatt, más influencia podremos tener como equipo para impulsar el cambio futuro.
¿Qué o quién le motiva e inspira, cuáles son sus actividades de ocio para la conciliación de la vida laboral y familiar?
Mi mayor inspiración es sin duda mi familia y, más concretamente, mis hijos. Ellos son el futuro y la mayor razón por la que el legado de lo que hacemos es importante. Para los que hayan leído el libro de Simon Sineks "Start with Why", mis hijos son sin duda mi "por qué". Me gusta cualquier actividad de ocio al aire libre, como correr, montar en bicicleta, nadar, hacer senderismo, etc. Me encanta el triatlón y he completado 2 Ironman completos y 4 Ironman 70,3. Sin embargo, últimamente parece que paso más tiempo en la línea de banda animando a mis hijos en sus actividades deportivas.